El «stone» Keith Richards se esnifó a su padreEl guitarrista de los Rolling confiesa en una entrevista que se hizo 'un tirito' con las cenizas de su padre muertoEFE | LONDRES
Después de partirse la crisma por una caída en las islas Fiyi el año pasado, el guitarrista de los Rolling Stones Keith Richards, de 63 años, escribe otra página en su particular leyenda al asegurar que se esnifó durante una juerga las cenizas de su padre, fallecido en 2002.
"¿La cosa más rara que he intentado esnifar? Mi padre. Me esnifé a mi padre", confiesa el rockero en una entrevista que publica este miércoles la revista británica de música NME y en la que Richards aborda su relación con las drogas.
"Él fue incinerado y no pude resistir hacerme un tirito (dosis para esnifar) con él. A mi padre no le habría molestado, no le importaba una mierda", añade el rockero británico.
Su relación con las drogas también ha pasado por momentos peores: "Fue cuando alguien me puso estricnina en mi droga. Ocurrió en Suiza. Estaba en muy mal estado, pero consciente. Podía escuchar a todo el mundo cómo me decían, señalándome: 'Está muerto, está muerto', pero yo pensaba: 'No estoy muerto", explica.
Chapa y pintura en el cerebro
Richards afirma sentirse disgustado por haber salido de la lista de personajes con más posibilidades de morirse en los próximos diez años y, desafiante, asegura haber asistido al funeral de un médico que le pronosticó seis meses de vida.
Sobre el incidente que obligó a suspender los conciertos de su banda previstos para mayo de 2006 en Madrid y Barcelona y por el que se le tuvo que operar en el cerebro, "Su Satánica Majestad" explica que "fue una experiencia bastante interesante, sobre todo por la cirugía en mi cerebro".
Richards detalla que la operación "hizo que mis pensamientos volaran por él. Tengo fotos de ello. Me cortaron la cabeza, el cerebro, abrieron el cráneo, entraron y sacaron la mierda, y volvieron a meter algo de nuevo".