Si buscas a otras personas a las que les guste Banks, aquí hay una.
La labor de Tony trasciende la de mero teclista para situarse entre las de los grandes músicos, con mayúsculas.
Por tanto, desde mi punto de vista, para hacer un análisis de su trabajo hemos de hacerlo desde una perspectiva integral y no solo desde la mirada instrumental, en la cual también me parece buenísimo.
Pero sus grandes virtudes están, en primer lugar , en su faceta como compositor, donde destaca por encima de la mayoría de los músicos de su generación. Una audición de la obra de Genesis lo demuestra. El hecho de no haber tenido un éxito especial fuera de la banda es porque su producción musical ha ido a parar a las arcas del grupo, contrariamente a lo que han hecho algunos de sus compañeros.
En segundo lugar, por su visión adelantada como arreglista. El desarrollo de las ideas musicales es, en gran medida, responsabilidad suya y no hay más que remitirse a los resultados para alabar su grandeza.
Banks busca la belleza en la música, la sorpresa y la emoción en el oyente. Y lo consigue porque tiene mimbres suficientes para formar un hermoso cesto.
Esos mimbres son su capacidad melódica, que lo capacita para crear algunas de las líneas más bellas de la música rock; su increíble habilidad y sentido armónico, que le ofrece la posibilidad de montar entramados como quizá nadie los haya hecho hasta hoy dentro de esta estética musical; los fabulosos desarrollos rítmicos, con un sentido de la combinatoria de primer orden; y un dominio de las formas musicales que lo hace libre a la hora de tener una visión global sobre el tema que trata.
En definitiva, un músico de primer orden. Uno de los genios vivos.
La crítica, que en ocasiones no es mal intencionada (a veces sí), pero que casi nunca tiene conocimientos musicales profundos para juzgar con la suficiente objetividad, ha silenciado su labor proyectando siempre otras capacidades de los miembros del grupo que, no por más vistosas, son menos anecdóticas.
Para mí, no solo como oyente sino como músico y como profesor de música, Genesis , en cualquiera de sus etapas, es absolutamente impensable sin Tony Banks y el rock sinfónico hubiera sido maravilloso pero mucho menos atractivo.